Después del éxito de la primera película de Borat, el gobierno kazajo, incluido el presidente, modificó su postura sobre la parodia de Baron Cohen, reconociendo tácitamente la inestimable cobertura de prensa que la controversia creó para su país. El gobierno de Kazajstán amenazó a Baron Cohen con acciones legales luego, y la autoridad a cargo del nombre de dominio web del país eliminó el sitio web que había creado para su personaje Borat (anteriormente: http://www.borat.kz) por presunta infracción de la ley.
En su película, Quien es América, hizo ver a muchos políticos estadounidenses como tontos. Uno de ellos fue Jason Spencer, un legislador de Georgia que se bajó los pantalones y usó repetidamente palabras discriminatorias, luego renunció.
Ahora, Borat 2 también ha sido objeto de gran controversia. Hasta el presidente Donald Trump ha hablado sobre esta película en medio de las criticas que rodean a su abogado Rudy Giuliani por su escena que muchos encuentran inapropiada. No hay mejor promoción que el presidente de los Estados Unidos hablar de tu película, a pesar de que a Trump no parece gustarle Baron Cohen y lo llamó un "farsante".
Todas estas controversias han dado sus frutos. Amazon Studios adquirió los derechos mundiales de Borat 2 por 120 millones de dólares, superando la oferta de 80 millones de Netflix.
Y la cosa es que en mayor parte, su comedia es bien juvenil, pero Baron Cohen tiene un mensaje: "Soy solo un comediante y un actor, no un erudito. Pero una cosa me queda bastante clara. Todo este odio y violencia está siendo facilitado por un puñado de empresas de Internet que constituyen la mayor máquina de propaganda de la historia".
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