Una mesera en Texas, Estados Unidos, dice que estaba encantada de recibir una propina de 2 mil dólares en una factura, solo para descubrir que no se llevará a casa ni un centavo.
Emily Bauer, de 21 años, solo había sido mesera durante aproximadamente dos semanas en Red Hook Seafood and Bar en San Antonio.
Pero el hombre no quería esperar más y le dijo a Emily: "¿Sabes qué? Simplemente cancela todo y dame la factura".
Ella no lo supo al principio pero estaba a punto de recibir una gran sorpresa.
El hombre le había dado una propina de 2 mil dólares y escribió una nota que decía: “¡Feliz Navidad! ¡Sigue trabajando duro!"
Emily empezó a llorar. Intento ver si todavía estaba en el restaurante, pero ya se había ido.
Se imaginó cómo podría comprar algunas cosas para sus dos hijos, que tienen 2 años y 5 meses.
Emily estaba sentada en una mesa y los otros meseros la felicitaban cuando su gerente se acercó y le dijo: "Regla número 1. Nunca aceptes una propina como esa porque nunca la recibirás”.
Su entusiasmo se desvaneció rápidamente cuando el restaurante le dijo que no podían procesar una propina de más de 500 dólares.
Emily dijo que otro camarero sugirió que el restaurante le diera cuatro propinas separadas de 500 dólares, pero se negaron.
No está claro por qué el restaurante no pudo procesar la propina de 2 mil dólares, pero la historia se volvió viral y el restaurante finalmente decidió darle su propina.
John Cheng, el dueño del restaurante, le giró un cheque por $2,069.01, que es el monto de la propina más el costo de la cuenta del cliente.
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