Varios lugares de culto dicen que han visto crecer la demanda digital en los últimos días ya que las personas recurren a los servicios religiosos en línea durante la pandemia de coronavirus.
El número de instituciones religiosas que ofrecen alguna versión de transmisión en vivo ha crecido en la última década, sin embargo, desde hace mucho tiempo ha habido algunas dudas de que estas opciones realmente puedan recrear la experiencia religiosa del mundo físico. Pero al igual que la propagación del coronavirus está obligando a una gran cantidad de personas a adoptar el trabajo remoto, la telemedicina y las clases en línea, también está presionando a algunos que nunca pensaron en las congregaciones virtuales a poner su fe en el Internet.
La propagación del virus ha impactado a personas de todas las religiones alrededor del mundo. Arabia Saudita tomó la medida de precaución al cerrar dos sitios religiosos sagrados a extranjeros por un tiempo. En la India y el sur de Asia, algunos, incluido el primer ministro de la India, se mantuvieron alejados de celebrar el festival hindú Holi, donde la gente canta, baila y se salpica con polvo de colores y agua.
La Catedral Episcopal de San Marcos en Seattle, una de las ciudades más afectadas por el coronavirus en los Estados Unidos, cerró sus puertas esta semana por primera vez desde la pandemia de gripe española en 1918. El domingo, planea transmitir su servicio en vivo con un pequeño equipo de clérigos y músicos exclusivamente en línea por primera vez en su historia.
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